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VISITA A LA COMUNIDAD DE TRABAJO DEL DICASTERIO PARA LA COMUNICACIÓN,
CON MOTIVO DE LOS 160 AÑOS DE "L’OSSERVATORE ROMANO"
Y LOS 90 AÑOS DE RADIO VATICANA

PALABRAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Palacio Pío
Lunes, 24 de mayo de 2021

[Multimedia]


 


 

INTERVENCIÓN RADIOFÓNICA EN DIRECTO DEL SANTO PADRE

El Papa Francisco

Gracias por vuestro trabajo, por lo que hacéis. Sólo tengo una preocupación —hay muchos motivos para preocuparse por la Radio, por L'Osservatore Romano—, pero una que me llega al corazón: ¿cuántos escuchan la Radio y cuántos leen L'Osservatore Romano? Porque nuestro trabajo es llegar a la gente: que lo que trabajamos aquí, que es bonito, es grande, es agotador, llegue a la gente, tanto con las traducciones, como también con las ondas cortas, como usted ha dicho... La pregunta que hay que hacerse es: "¿Cuántos? ¿A cuántos llega?", porque existe el peligro —para todas las organizaciones— el peligro de una bella organización, una bella obra, pero que no llegue a donde tiene que llegar... Un poco como la historia del parto del ratón: la montaña que pare el ratón... Todos los días haceos esta pregunta: ¿a cuántos llegamos? ¿Cuántas personas reciben el mensaje de Jesús a través de "L'Osservatore Romano"? Esto es muy importante, ¡muy importante!

Massimiliano Menichetti:

También intentamos un poco, como Usted nos insta a hacer, integrar y ser más comunicativos, no dar voz a los que más gritan. Este es un aspecto en el que siempre se hace hincapié. Nos lo preguntaremos, nos lo estamos preguntando, ya nos lo estamos preguntando: es un poco el fruto de esta reforma que Usted deseaba y que es un poco visible en esta visita, es decir, tratar de integrar este sistema y llegar al mayor número de personas posible. Como Radio —es un hecho que puedo compartir también en base a esta exhortación que nos hace— es que más de mil radios en el mundo nos retoman, es decir retoman nuestros contenidos y a su vez los reenvían a través de sus sistemas. Es un servicio que intentamos hacer. Gracias, Santo Padre.

Luca Collodi

Si me permite añadir, Santo Padre, como consuelo de lo que nos dice: la Radio es hoy un instrumento vivo, un instrumento que, a pesar de las nuevas tecnologías, sigue siendo siempre un instrumento que llega al pueblo y goza de perfecta salud. Y esto puede ser una ayuda, una contribución para conseguir lo que Usted dice.

El Papa Francisco:
Sí, es cierto, es cierto.

Massimiliano Menichetti:
Gracias, muchas gracias.


 

PALABRAS DEL SANTO PADRE A LOS REDACTORES

El Papa Francisco:

Muchas gracias por vuestro trabajo. Estoy contento, os he visto a todos juntos aquí. He visto este Palacio bien arreglado, y esto me agrada. El problema es que este sistema grande y complicado funcione. Me viene a la mente una costumbre en Argentina, cuando alguien era nombrado para un cargo importante, lo primero que hacía era ir a Nordiska, una empresa de interiores, sin mirar su escritorio, su estudio, mandaba que se hiciera todo nuevo, todo perfecto, hermoso.  Era la primera decisión que tomaba ese ministro, ese funcionario. Luego, no funcionaba. Lo importante es que toda esta belleza, toda esta organización funcione. Funcionar es ir, caminar... El gran enemigo del buen funcionamiento es el funcionalismo. Por ejemplo, yo soy el jefe de una sección, soy el secretario de esa sección, el jefe. Pero tengo siete subsecretarios. Todo está siempre bien. Alguien tiene una dificultad, va al subsecretario que tiene que resolverla, y éste le dice: "Espera un momento, luego te llamo". Va y llama al secretario... Es decir, son inútiles. Incapaz de tomar decisiones, incapaz de poner algo propio. El funcionalismo es letal. Adormece una institución y la mata. Hay que tener cuidado de no caer en esto: no importa cuántas plazas haya, si ese estudio es bonito o no. Lo que importa es que funcione, que sea funcional, y no una víctima del funcionalismo. Tened cuidado, cuidado con eso. Y cuando algo es funcional, ayuda a la creatividad. Vuestro trabajo debe ser creativo, siempre, e ir más allá, más allá, más allá: creativo. Eso se llama funcionar. Pero si un trabajo está demasiado bien ordenado, al final acaba enjaulado y no ayuda. Esto es lo único que, viendo una organización tan bonita, tan bien hecha, viéndoos a todos juntos, me dan ganas de decir: ¡cuidado! Nada de funcionalismo. Sí, funcional al trabajo, el que tenéis que hacer. Y para que una estructura sea funcional, todos deben tener suficiente libertad para funcionar. Que tenga la capacidad de arriesgarse y no ir pidiendo permiso, permiso, permiso...: esto paraliza. Funcional, no funcionalista. ¿Entendido? Adelante, ánimo. Gracias.


Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 24 de mayo de 2021.

 



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