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JUAN PABLO II

ÁNGELUS
 
Domingo de Cristo Rey, 21 de noviembre de 1999

 

Amadísimos hermanos y hermanas:

1. La solemnidad de Cristo, Rey del universo, que concluye el año litúrgico, esta mañana se ha enriquecido con la canonización de doce nuevos santos: diez religiosos, uno de los cuales nació en Argentina, martirizados en España en la década de 1930; san Benito Menni, sacerdote de la orden hospitalaria de San Juan de Dios, que nació en Italia, pero trabajó también en España, donde fundó la congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús; y santo Tomás de Cori, sacerdote de la orden de los Frailes Menores.

A la vez que saludo cordialmente a los peregrinos que han venido con motivo de esta feliz circunstancia, los invito a todos a alabar al Señor por las maravillas que realizó en estos testigos del Evangelio. Los exhorto a contemplar, en particular, su ferviente devoción a la Madre del Redentor, en este día en que recordamos su presentación en el templo.

2. La presentación de la santísima Virgen María es una de las fiestas más queridas de la tradición oriental, celebrada también en Occidente a partir del siglo XIV. Hoy María se nos presenta como el templo donde Dios ha puesto su salvación y como la esclava que se entrega totalmente al Señor. Con ocasión de esta celebración, la comunidad eclesial del mundo entero recuerda a las monjas de clausura, que han abrazado una vida totalmente contemplativa y viven de lo que la Providencia les proporciona mediante la generosidad de los fieles. Al mismo tiempo que recuerdo a todos el compromiso de apoyar siempre espiritual y materialmente a esas hermanas consagradas, las saludo a ellas con afecto y les doy las gracias.
Las invito, en particular, a amar la clausura, viendo en ella, como afirma la reciente instrucción Verbi sponsa de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, "un medio ascético de inmenso valor, particularmente adecuado a la vida ordenada integralmente a la contemplación" (n. 5). En efecto, "es el signo, la protección y la forma de vida íntegramente contemplativa, vivida en la totalidad del don" (n. 10).

3. Hoy, además, se celebra en Italia la Jornada del emigrante. La emigración es un fenómeno importante que, además de plantear numerosos desafíos, presenta muchas posibilidades para hacer el bien. Animo a quienes trabajan en este campo a valorar las potencialidades humanas y espirituales de las emigraciones, tal como subraya muy bien el tema propuesto para esta jornada: "Desde diferentes caminos hacia el único Padre".

Encomendemos las diversas intenciones de oración que nos brinda este domingo a María santísima, Reina de los santos y Madre de la esperanza, con el rezo del Ángelus.


Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en la canonización de san Cirilo Bertrán y compañeros mártires, y de san Benito Menni. De modo especial saludo a los Hermanos de las Escuelas Cristianas, a los padres pasionistas, a los Hermanos de San Juan de Dios y Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón, acompañados de alumnos, bienhechores y fieles cercanos a vuestros institutos. Las extraordinarias figuras de los nuevos santos, entregados a los demás como educadores religiosos en el servicio hospitalario, son una llamada apremiante a realizar la vocación a la santidad en cualquier estado de vida. A las puertas ya del nuevo milenio, que sean ellos intercesores en vuestra peregrinación terrena hacia el reino de Dios. También saludo a los fieles de Zamora, La Coruña, Tui y Córdoba venidos a la profesión de fe.

 



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