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JUAN PABLO II

JUBILEO DE LAS FAMILIAS

ÁNGELUS

Domingo 15 de octubre de 2000

 

Antes de concluir la celebración, nos dirigimos en oración a María santísima, que asiste a las familias con su solicitud materna. Como signo de devoción y gratitud, el próximo 9 de diciembre, en nombre de todas las familias, una delegación encabezada por el cardenal López Trujillo llevará como don a la Virgen de Loreto una rosa de oro bendecida por mí.

Me alegra anunciar, además, que el próximo Encuentro mundial de las familias tendrá lugar en el año 2003, en Manila. A la amada Iglesia que está en Filipinas le expreso desde ahora mi gratitud más cordial por su disponibilidad.

Saludo cordialmente a todas las familias de lengua francesa que han venido para celebrar su jubileo y a las que están en conexión con nosotros a través de la radio y la televisión. Acoged a Cristo en vuestro hogar. Queridos padres, él os ayudará a cumplir vuestra misión con respecto a vuestros hijos. Queridos jóvenes, la Iglesia os ama y confía en vosotros, para que aprovechéis vuestros talentos y los pongáis al servicio de vuestros hermanos. Con mi afectuosa bendición apostólica.

Saludo a los peregrinos de lengua inglesa presentes para el jubileo de las familias. Todos podéis defender y promover el papel esencial de la familia en la sociedad como la cuna natural de la nueva vida, la primera escuela de desarrollo humano y de fe. Dios os bendiga con armonía y paz.

Me dirijo a las familias procedentes de los países de lengua alemana. Os saludo a vosotros, cónyuges, que compartís vuestra vida en fidelidad. Doy mi bienvenida a los niños que junto a sus padres pueden frecuentar la primera escuela de la vida y de la fe. Finalmente, dirijo mi pensamiento a todos los esposos que viven solos y no tienen familia. Dios, que nos acompaña en nuestro camino, bendiga a todos.

Saludo con afecto a las familias de lengua española, y también a aquellos que, precisamente por deberes familiares, no han podido estar hoy aquí. Abrid las puertas de vuestros hogares a Cristo, para que él sea vuestra fuerza y vuestro gozo, el que os ayude a vivir unidos y a proclamar al mundo la fuerza invencible del verdadero amor.

Con gran afecto saludo a las familias de lengua portuguesa procedentes de Brasil, de Portugal y de otros países del mundo. Que el Espíritu Santo Consolador ilumine vuestros hogares, para que seáis sembradores de paz y alegría, confiando siempre en el amor misericordioso de Cristo, nuestro Salvador.

Saludo cordialmente a todas las familias polacas, tanto a las que han venido a Roma como a las que viven el jubileo en sus casas. Doy gracias a Dios por la alegría y la paz de las familias felices. Le pido fervientemente que su gracia y bendición sean un apoyo eficaz para las familias que atraviesan diversas dificultades. Oro para que las familias polacas gocen de la fuerza de Dios. Abrazo a todos de corazón y los encomiendo a la protección de la Sagrada Familia de Nazaret. Saludo en particular a los agentes de la pastoral familiar que han venido de toda Polonia. Que Dios os recompense por vuestro esfuerzo y vuestros sacrificios. Saludo a los oyentes de Radio María de toda Polonia. Saludo a los juristas, al semanario "Przewodnik Katolicki" de Poznan y a los numerosos grupos parroquiales.

A María, Reina de la familia, le encomendamos todas las familias del mundo. Una vez más, antes de concluir, deseo daros las gracias por vuestra perseverancia y vuestra entereza frente a la lluvia. Una bendición para todas las familias del mundo y especialmente para los recién casados.

 



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