PALABRAS DEL PAPA JUAN PABLO II
A YASER ARAFAT AL DESPEDIRSE
DE LOS TERRITORIOS PALESTINOS
Miércoles 22 de marzo
de 2000
Excelencia:
Me alegra tener esta oportunidad de darle nuevamente las gracias y devolverle las visitas que me ha hecho en el Vaticano. Le agradezco su cordial acogida. Este es un momento importante en la búsqueda de la paz en esta región. Mucho se ha logrado, pero queda aún mucho por hacer a fin de que todos los pueblos de la región puedan vivir en una armonía basada en el respeto de los derechos y la dignidad de cada uno.
Hoy, nuestro encuentro demuestra el compromiso de la Iglesia católica de trabajar sin cesar por la paz en Oriente Medio, juntamente con todos los pueblos. La Iglesia comprende las aspiraciones de los diversos pueblos e insiste en que el diálogo constituye el único camino para lograr que esas aspiraciones sean una realidad y no un sueño.
Le agradezco el galardón que me ha concedido aquí hoy.
Sé que también usted está convencido de que sólo el diálogo paciente y valiente abrirá el camino al futuro que su pueblo justamente desea. Encomendando este gran desafío a Dios todopoderoso, invoco sobre usted, sobre su familia y sobre el pueblo palestino las abundantes bendiciones del cielo