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PALABRAS DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
DURANTE LA VELADA DE SU CUMPLEAÑOS
CON LOS JÓVENES DE COMUNIÓN Y LIBERACIÓN


Patio de San Dámaso
Domingo 18 de mayo de 1980

 

(Después de varios cantos y bailes folklóricos, el Papa dirigió unas palabras a los presentes)

Se ve que los jóvenes se alegran cuando un viejo se hace más viejo. Pero ya he dicho esta mañana que al hacerme viejo, debo hacerme más joven a la vez, y esto me lo he repetido todo el día. Os agradezco cordialmente este encuentro que es muy interesante siempre para mí. Incluso me gustaría que se prolongase hasta mañana por la mañana; pero hay un ritmo de trabajo que lo obstaculiza. Para mí siempre es interesante participar en lo que significa Comunión y Liberación, y en cómo se vive la comunión y liberación. Claro está que se vive lo uno con lo otro a través de una experiencia de canto que crea comunión; conozco esta experiencia desde hace muchos años y veo que también vosotros tenéis conocimiento perfecto de ella: la comunión se vive a través del canto. Habría que hacer un estudio profundo de cómo el canto crea comunión. No me sorprendo mucho cuando se dice que los ángeles cantan en el cielo. A lo mejor no cantan cantos del Abruzo, pero si algo parecido que revela la intensidad y profundidad, la espontaneidad y cercanía de la comunión entre las personas.

Os doy las gracias de esta experiencia breve, pero que es tan valiosa para mí, experiencia de comunión a través del canto y también de la danza. Hemos de concluir este encuentro que no es todavía el último del día. Muy gustosamente quisiera invitaros a otro encuentro de cantos y danzas. Buscaremos el día o, mejor, la noche, y buscaremos también el lugar. Espero reanudar esta experiencia de Comunión y Liberación, ya que la liberación es fruto de la comunión. El hombre está estructurado así y así está fundada su naturaleza personal que vive en la comunión y se libera por la comunión; no puede liberarse de otro modo, es decir, solo. Liberarse quiere decir llegar a la realización propia a través del don de sí, que es siempre el fundamento de la comunión. Quiero agradeceros este rato que hemos vivido la comunión a través de los dones de todos los presentes. He visto que tenéis un corazón capaz de compadecerse. Al daros las gracias, quiero invitaros otra vez a volver. Pienso que son muy simpáticas y educativas estas veladas nuestras. Y ahora recemos un "Pater" por los jóvenes de vuestra comunidad y por todos los jóvenes de Italia y del mundo.

 



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